Santiago

Festival con Luis Palau Santiago / Chile

Plaza Italia, 29 | 30 de octubre de 2010

-En la mina, a 700 metros de profundidad, y cuando las esperanzas no eran muchas, escuchábamos mensajes grabados de Palau y las canciones de Marcos Witt- Dijo frente a la multitud el minero José Henríquez, uno de los 33 que fueron rescatados con vida en la epopeya histórica que vieron en directo más de 1.000 millones de personas en el mundo.

Otro Festival Evangelístico con Luis Palau que supera las expectativas de propios y extraños.

Nunca se vio una multitud semejante reunida en Santiago, ni siquiera cuando fueron rescatados los 33 mineros con vida, dijo un líder chileno sorprendido por las más de 130,000 personas que se congregaron para escuchar las nuevas buenas del evangelio de salvación en el mensaje de Palau y la música de Marcos Witt, Jaci Velásquez y muchos otros renombrados artistas más.

Envuelto en una cobertura periodística secular inédita para un evento respaldado por las Iglesias Evangélicas chilenas, el Festival Luis Palau hizo vibrar las fibras más intimas de la sociedad.

Desde que la gigantesca plataforma comenzó a construirse en Plaza Italia, justo en el centro de la vida capitalina, la prensa auguró el éxito: Evento evangélico promete ser un hit. Se harán desvíos de transito por el Festival. Minero estará en el evento. Luis Palau dice Sí a la Vida en Plaza Italia. Evangélicos celebran con Palau. Estos y algunos otros fueron titulares de periódicos que se leyeron durante los días previos.

A pocos kilómetros de la capital, y como preámbulo a lo que sería el Festival en Santiago, Andrés Palau colma el estadio de la Quinta Vergara de Viña del Mar, lugar conocido por los Festivales internacionales de la canción. Y ante casi 14,000 personas relata su testimonio y presenta el evangelio.

Palau, antes de las concentraciones masivas en Plaza Italia, por su parte, se reunió con el presidente Sebastián Piñera, compartió con autoridades de distintas jerarquías, mantuvo encuentros con mujeres de la alta sociedad chilena y disertó ante un numeroso grupo de hombres de empresa.

En las noches del Festival, la figura invitada fue el minero José Henríquez, quién contó su experiencia con el Señor en la oscuridad de las entrañas de la tierra en Copiapó, y cómo fueron rescatados, él y sus 32 compañeros. Luego él mismo oró por los presentes marcando a la multitud, que en silencio atendía a sus palabras, con lágrimas de alegría, por el sano orgullo de sentirse cada uno parte de ese rescate.

Palau predicó con la camiseta con la que Henríquez había salido de la mina, y a través de su mensaje 13,900 personas también salieron de la oscuridad en la profundidad de una vida sin Cristo para ver una nueva luz de esperanza.

Chile quedó literalmente conmovido por el esfuerzo unido de cientos de congregaciones que ofrecieron un Festival como jamás había visto la sociedad chilena, y en donde pudieron escuchar claramente el mensaje de la cruz de Cristo.


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