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¿Oraré a Dios por mi patria?

Sr. Palau:

Algunas personas me han dicho que no debemos orar por los hombres en eminencia ni por nuestra patria ni por el mundo. Pero aunque me han dicho todo esto, yo no puedo dejar de orar por mi nación. ¿Qué significan entonces los pasajes de Isaías 62 y 64? ¿Qué debo hacer?

Respuesta:

Estimado lector, usted debe seguir orando por su nación. Me alegro de que ame a su patria. Me alegro de que no pueda dejar de orar por ella. Primero, porque orar es obedecer a Dios. La Biblia dice claramente: "He aquí mis instrucciones: Oren mucho por la humanidad; rueguen que Dios tenga misericordia de ella, y denle gracias por la contestación que de seguro habrán de recibir a su ruego. Oren por los reyes y por los demás que tienen autoridad sobre nosotros y que están en puestos de gran responsabilidad, para que, en paz y tranquilidad, podamos llevar una vida de piedad y decoro. Esto es bueno y agradable a Dios nuestro Salvador, porque El anhela que todos se salven y entiendan que Dios está en un lado y la gente en el otro, y que Jesucristo, hombre también, está entre los dos para unirlos en virtud de haberse dado a sí mismo en rescate por todos" (1 Timoteo 2:1-6). Amable lector, ¿quién dice que no se debe orar por los gobernantes y por el país?

En segundo lugar, el Nuevo Testamento tiene precedencia al interpretar el Antiguo Testamento. Por ejemplo, si algo está muy claramente enseñado en el Nuevo Testamento (que es la segunda parte de la Biblia), el Antiguo Testamento no lo va a contradecir, y si el Nuevo Testamento se sobrepone a alguna del Antiguo Testamento, el Nuevo siempre tiene precedencia.

Tercero, amar a la nación es amar a su gente. Si usted ama a su patria, es porque ama a la gente de su patria. Si usted ora a Dios por su patria, está obedeciendo la Palabra de Dios, está en buen camino. Le insto a que siga adelante y que todos nuestros amigos lectores se unan a usted.

Por otra parte, el hecho de hacer petición a Dios ...

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