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Disciplinas libertadoras


¿Me caso o no me caso? / Continuación

... a su novia y sin embargo insisten amarla verdaderamente! Se están engañando a sí mismos y engañando a su novia.

El mismo cántico al amor de 1 Corintios 13 continúa así:

"... el amor no es indecoroso, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser".

Si cuando usted se enoja hiere fácilmente a su novia con palabras tajantes, sería otra señal muy evidente de que todavía no conoce el verdadero amor. Claro está que todos tenemos debilidades y a veces perdemos la paciencia, pero si usted ha perdido el respeto por ella y se toma libertades de maltratarla, ya sea con palabras o con hechos, lo mejor es que haga un algo en el camino de su vida y en oración le pregunte a Dios si de veras ama a esta chica o no.

3. ¿Tengo plena confianza en el amor y la fidelidad de ella, o hay celos y sospechas infundadas dentro de mi mente y corazón?

Hay que tener en cuenta que los celos son una proyección de nuestra propia infidelidad. Muchas veces una persona es celosa porque ella misma fue infiel anteriormente y luego sospecha que su novia también lo sea.

Los celos según la Biblia son obra de la carne, de nuestra naturaleza pecaminosa y nuestro YO egoísta descontrolado.

Cuando una persona tiene celos y sospechas infundadas llegando al punto de hacer el ridículo, debe tomar una firme determinación. En primer lugar, arrodillarse ante Dios y pedir perdón, porque los celos son un pecado que destruye la relación entre novios o cónyuges. Dios está siempre dispuesto a perdonar. Pero el perdón no basta, porque a menudo los celos persisten. Debe pedir a Dios mismo que venga a ordenar su mente en la persona de Jesucristo orando: "Jesucristo, te necesito en mi corazón. Quita con tu poder este egocentrismo que me hace sospechar de la persona que más amo en el mundo. Apodérate de mis pasiones ...

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