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Disciplinas libertadoras


Apropiándose de las promesas de Dios / Continuación

... a Josué: «No te dejaré, ni te desampararé» (Josué 1:5). En Hebreos 13:5 Dios transfiere esa promesa a nosotros como cristianos.
El predicador inglés Charles Spurgeon señaló: «Oh hombre, te ruego, no trates las promesas de Dios como si fueran curiosidades para un museo, sino créelas y úsalas». Nos apropiamos de las promesas de Dios al aprenderlas ?a través del estudio y la memorización?, al ver nuestra necesidad de ellas y al darle tiempo a Dios para que las haga parte de nuestra experiencia diaria.
El reconocido teólogo J.I. Packer dice: «Antes de conceder sus promesas, Dios enseña al creyente a valorar esos regalos que promete, haciendo que el creyente espere por ellos, y obligándolo a orar persistentemente para recibirlos».
Dios ha prometido satisfacer todas nuestras necesidades. Pero, por otra parte, debemos pedir su provisión. Cristo dice: «Sigue pidiendo y recibirás lo que pides; sigue buscando y encontrarás; sigue llamando, y la puerta se te abrirá» (Mateo 7:7 NTV).
Cada una de las promesas que podemos pedir en el nombre de Cristo están garantizadas y serán cumplidas por Dios en nuestro favor para su gloria (Juan 14:13-14; 2 Corintios 1:20).
Amigo mío, ¿cuál es la necesidad hoy de su corazón? El Señor ha prometido suplir esa necesidad; crea en él.

Luis Palau