PASO 26
REFLEXIONANDO SOBRE LA CUESTION DEL PECADO
Guillermo G. puso un pequeño grabador en su abrigo antes de salir a recoger a su hija para ir de picnic. Había decidido grabar los comentarios hostiles que haría su ex-esposa con respecto a sus derechos para visitar a la hija de ambos.
En realidad el hombre registró su propia muerte en lo que un fiscal denominó "23 minutos de asesinato". Pablo W., de 21 años, fue acusado del asesinato de Guillermo. El grabador dejaba pruebas concluyentes de que Pablo había cometido el crimen, aun cuando él se confesaba inocente.
El abogado defensor explicó al jurado que su defendido era inocente ya que el día del asesinato estaba "legalmente demente". El defensor alegó que Pablo había tenido una infancia difícil con una madre demente y un padre ofensivo y cruel, a lo que se agregó una constante serie de problemas de custodia y tutela después de haberse casado con la ex-esposa de Guillermo G.
El abogado aseguró que Pablo no había planeado la muerte del otro hombre pero que se había visto forzado a matarlo "en el último minuto, luego de un invariable y continuo aumento de la presión."
Nuestros tribunales están llenos de esta clase de abogados, que día tras día hallan excusas para las acciones de sus clientes. Pero al margen de lo que decidan las cortes y los jueces, tales personas deberán vivir con la pesada carga de su culpa.
En nuestra sociedad, algunos abogados y psicólogos han tratado de reemplazar la responsabilidad personal y el pecado con explicaciones pseudo-científicas por haber obrado mal.
¿Qué ha pasado con el pecado?
Un estudioso de psicología declaró: "Durante varias décadas nosotros los psicólogos consideramos toda la cuestión del pecado y responsabilidad moral como una gran pesadilla, y aclamamos nuestra liberación de esas cadenas como la iniciación de una nueva era. Pero a la larga hemos descubierto que ser ´libre´ en este sentido--es ...