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El consejero bíblico


El mensaje evangelístico

por Luis Palau

En Hechos 26:17-18 vemos que nuestra tarea a través del poder del Espíritu Santo es despertar a las almas: (l) abrir sus ojos, (2) iluminar sus mentes "para que se conviertan de las tinieblas a la luz", (3) producir conversión de la voluntad, "de la potestad de Satanás a Dios", (4) purificar sus conciencias a fin de que reciban "perdón de pecados", (5) que tengan seguridad de vida eterna, (ó) que vivan en santidad, separados para Dios. En este articulo consideremos siete aspectos del mensaje evangelístico.

l. Mensaje temático.

El mejor enfoque generalmente es optar por un tema (por ejemplo: la paz, la felicidad, la libertad, el nuevo nacimiento, la cruz, la sangre) y desarrollarlo. El tema debe resultar interesante para el oyente. Al hablar iremos de lo conocido a lo desconocido, y de lo buscado a lo no buscado pero necesario. El mensaje evangelístico tiende a ser temático porque siempre se basa en un tema fundamental.

2. Mensaje Cristocéntrico.

Al leer los mensajes de los grandes predicadores del pasado, descubrimos que eran plenamente Cristocéntricos. Somos llamados por Dios para hablar de Jesucristo a esta generación. Somos sus embajadores (2 Corintios 5:20). El objetivo es hablar de Jesucristo. No es posible que alguien sea predicador del evangelio si su tema central no es Jesús. Algunos creen que el evangelio es ayudar a los pobres, sin embargo ese es uno de los muchos resultados del evangelio. Otros enfatizan los dones de sanidad, una gran señal del poder de Dios pero no el evangelio en sí. Otro mensaje podría ser maravilloso, intrigante y hasta podría ser de Dios, pero el pastor, el evangelista y el maestro de la Biblia predican a Jesucristo.

Pablo resume de esta manera las buenas nuevas que predicamos: Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí. Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucito al tercer día, conforme a las Escrituras y que apareció a Cefas, y después a los doce (l Corintios l5:1-5).

Un predicador del evangelio presenta el mismo mensaje central una y otra vez. Los títulos de nuestros mensajes, las introducciones y los ejemplos varían y agregan color y dinamismo, ...

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