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El consejero bíblico


Herejías destructoras

por Daniel Zuccherino

La historia de la iglesia cristiana está marcada por su lucha constante y a través de los siglos contra las herejías y las falsas doctrinas que han pretendido y pretenden infiltrarla.

El concepto «herejía» hace referencia a la desviación doctrinaria respecto de las verdades esenciales y fundamentales enseñadas por la Biblia y por la iglesia, como también a una propagación activa de dichas falsas enseñanzas. (1).

La palabra «herejía» se relaciona asimismo con la falta de unidad y con la creación de bandos y divisiones que son el resultado de sustituir la verdad por opiniones arbitrarias. También se fomentan los antagonismos cuando se enfatizan desmedidamente ciertas verdades en desmedro de otras (ver Tito 3:9-10).

La iglesia cristiana ha debido confrontar desde muy temprano con los falsos maestros y sus erradas doctrinas causantes de divisiones.

Como ejemplo de ello vemos que en su 2 Pedro 2:1 advierte a los cristianos respecto de los falsos maestros que, infiltrados dentro de sus comunidades, pueden llevarlos a la apostasía.

Pero se levantaron falsos profetas entre el pueblo, así como habrá también falsos maestros entre vosotros, los cuales encubiertamente introducirán herejías destructoras, negando incluso al Señor que los compró, trayendo sobre sí una destrucción repentina (2 Pedro 2:1 BLA).

Ese es ?asimismo- el propósito central de la epístola de Judas: alertar con urgencia a un grupo de cristianos sobre el peligro que representaban para la iglesia ciertas personas que se habían introducido solapadamente y diseminaban falsas doctrinas a la vez que llevaban una vida inmoral.(2) El propósito queda claro en los versículos 3 y 4 de su carta cuando expresa:

Amados, por el gran empeño que tenía en escribiros acerca de nuestra común salvación, he sentido la necesidad de escribiros exhortándoos a contender ardientemente por la fe que de una vez para siempre fue entregada a los santos. Pues algunos hombres se han infiltrado encubiertamente, los cuales desde mucho antes estaban marcados para esta condenación, impíos que convierten la gracia de nuestro Dios en libertinaje, y niegan a nuestro único Soberano y Señor, Jesucristo (Judas 3-4 BLA).

La lucha por la fe.

El versículo 3 contiene una muy fuerte exhortación a luchar por la fe. El apóstol señala enfáticamente que la fe cristiana debe ser defendida ardientemente, como una cuestión de vida o muerte. ...

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