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El consejero bíblico


Conflictos en la iglesia

CONFLICTOS EN LA IGLESIA
Samuel 0. Libert

En una magnífica iglesia latinoamericana, se produjo un grave conflicto. Parecía imposible que en una iglesia tan buena ocurriese una crisis tan seria. La congregación era numerosa y crecía visiblemente, el pastor era un siervo consagrado, fiel a la Biblia, notable predicador y escritor. Todos los cultos eran una inspiración. Pero un día llegó el tornado.

Claro, las iglesias no tienen servicios meteorológicos para predecir el mal tiempo. Y los vientos tempestuosos comenzaron a soplar sin previo aviso, cuando nadie los esperaba. ¿Qué había ocurrido? El pastor con muchos años de ministerio, había decidido jubilarse. Y la iglesia había invitado a un pastor más joven. No era un pastor demasiado joven, porque ya tenía unos cuantos años de experiencia. Pero, de todos modos, pertenecía a una nueva generación, con otros puntos de vista. Obviamente, su manera de ver las cosas se diferenciaba de los criterios de su antecesor. Su lealtad a la sana doctrina era indiscutible, pero su estrategia era distinta. Sin duda, la experiencia y la sabiduría del pastor anterior tenían mucho valor. Pero, por otra parte, las ideas del pastor nuevo merecían ser consideradas.

Entonces surgió el conflicto. Un grupo de miembros se solidarizó con las buenas tradiciones que encarnaba el pastor mayor. Otro grupo se identificó con las sanas inquietudes del pastor más joven. Y estalló la crisis. La congregación, hasta entonces sólidamente unida, se dividió. Las fricciones se multiplicaron y causaron heridas en familias y enfrentamientos entre amigos. Finalmente, el grupo fiel al pastor anterior se separó de la congregación y constituyó otra iglesia. Notemos que ambos grupos querían hacer las cosas bien. Ambos grupos creían en sus propias razones. Pero no supieron cómo resolver el problema, y el Diablo aprovechó para sembrar sentimientos hostiles y dolorosas enemistades.
Esta es una recopilación de hechos ocurridos, en diferentes tipos de iglesias y que guardan semejanza con muchos casos similares en todo el mundo.

Es de esperar que ocurran conflictos en el seno de una buena iglesia, igual que en una iglesia que no sea tan buena. No quiero decir que «es deseable», sino que «es de esperar», pues la naturaleza humana suele estar predispuesta a crear conflictos. Por ejemplo, los discípulos de Jesús solían tener conflictos entre sí. En Mr. 9:33-34 leemos que Jesús «llegó a Capernaum; y cuando estuvo en casa, les ...

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