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El consejero bíblico


Diez características distintivas de la Biblia

Por Derek Bigg
Introducción

Desde la ventana de un avión se puede ver de un vistazo todas las características del paisaje que se extiende abajo. La vista panorámica nos brinda la oportunidad de observar cómo se disponen las poblaciones, las carreteras, los ferrocarriles, los ríos, los campos de labranza, etc. Se nos presenta una imagen completa, en la que vemos cada aspecto en un contexto más amplio.

Si nos interesa tener una imagen íntegra de la Biblia, nos ayudará grandemente una vista panorámica de sus características distintivas. Estas forman un conjunto interrelacionado, una combinación única que no se encuentra en ningún otro libro. Se pueden resumir de la siguiente manera: la Biblia es divina, humana, histórica, espiritual, práctica, autointerpretadora, doctrinal, teológica, escatológica y cristocéntrica.

Las diez características no encajan ordenadamente una con otra como las casillas de un tablero de ajedrez. Se asemejan más bien al paisaje que se contempla desde el avión: muchos aspectos entretejidos que nos impresionan simultáneamente, algunos más que otros según lo que se destaque en un momento dado.

Todas las características del paisaje bíblico son importantes. Hay que tener presente cada una de ellas si deseamos usar las Escrituras de una manera equilibrada y consecuente. De lo contrario, será como si intentásemos hacer un gazpacho sin disponer de todos los ingredientes. El producto terminado no tendrá el sabor correcto.

1. La Biblia es divina

La Biblia es nada menos que una revelación divina a la raza humana. Esto se ve en la conocida afirmación del apóstol Pablo en 2 Timoteo 3:16. Una traducción literal de esta afirmación sería: «Toda Escritura es exhalada por Dios». Dios ha hablado; y todo lo que ha dicho se ha puesto por escrito en la Biblia.

¿Cómo sabemos que, al leer la Biblia, escuchamos la voz de Dios? ¿Hemos sido convencidos por la lógica, la ciencia o argumentos filosóficos? No. Lo sabemos porque la Biblia nos ha afectado personalmente; nos ha cambiado. Sabemos por experiencia propia que la Biblia posee un poder extraordinario que se puede atribuir únicamente a Dios mismo. La Biblia describe este poder muy gráficamente. «Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos? ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo?» (Hebreos 4:12, Jeremías 23:29)?

Cuando los judíos oyeron la palabra de Dios en el día ...

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