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El consejero bíblico


No sea un chiflado espiritual / Continuación

... en la Biblia. Oración. Comunión combinada con responsabilidad ante otros. Estudio bíblico. Meditación y memorización. Práctica de las virtudes cristianas. Obediencia. Arrepentimiento. Adoración. Ayuno.
Éstas son cosas comunes que todo cristiano puede incorporar en su vida diaria.
La práctica continua de estas cosas a lo largo de un tiempo es lo que desarrolla una espiritualidad profunda.
No estoy en desacuerdo con los grandiosos encuentros espirituales que algunas personas tienen con Dios. Eso es muy valioso, y Dios determina cuándo tienen lugar.
Sin embargo, la gente que busca eso, a veces recibe otra clase de experiencia además de la experiencia de Dios. Por otra parte, la experiencia emocional dramática en grado extremo a menudo es un sustituto de un cambio de carácter que sea concreto y genuino.
¿Pero qué de todas esas cosas «avanzadas», de los secretos? Bueno, no hay secretos. En el cristianismo todo es público. Nunca hay necesidad de comprar un libro que afirme: «Éstos son los secretos de la vida cristiana. Esto es lo que nadie sabe».
Cuando uno lo entiende, se abre un nuevo mundo. Uno ya no tiene que ir al próximo seminario ni leer el último libro para descubrir cómo encender la lamparilla espiritual, cómo comunicarse con Dios en una forma secreta y esotérica que sólo los maestros expertos del cristianismo pueden enseñarle por un precio.
Una de las verdades duras de aceptar en cuanto al crecimiento espiritual es que lleva tiempo y requiere persistencia y continuidad en la aplicación práctica. No es necesario conocer secretos. No es necesario oír una voz especial de Dios ni tener una relación privilegiada con el Espíritu Santo. No hay nada escondido. Es accesible para todos, y se puede encontrar en las páginas de un libro que todos pueden leer. Todo lo que debe conocerse y practicarse como disciplina cristiana, está enseñado claramente en las Escrituras.
Hay veces en que uno puede decir que Dios habla a personas proporcionándoles dirección especial, pero no es típico del caminar diario de un cristiano. Y los que buscan ese tipo de cosa generalmente tienen una vida sin fruto, lo cual no significa que todos se vuelvan apóstatas sino que a menudo se sienten desilusionados y son ineficaces.
De modo que la primera forma de no convertirse en un chiflado espiritual, es concentrarse en lo básico y no buscar soluciones rápidas.
Quédese con las cosas que ya han sido probadas con éxito. No se vaya por tangentes. ...

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