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El consejero bíblico


Nosotros y nuestro mundo / Continuación

... personas de tremenda influencia en nuestro mundo, para gloria del Señor.

El Gran Mandamiento

Dios promete darnos el amor que transforma vidas. ?Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas?, y ?Amarás a tu prójimo como a ti mismo? (Marcos 12:30 31).

Al fin y al cabo, el cumplimiento de la ley de Dios es un asunto de amor (Gálatas 5:14). La más grande de las virtudes cristianas es el amor (1 Corintios 13). El fruto del Espíritu se resume en una palabra: amor (Gálatas 5:22). La esencia del carácter de Dios es el amor (1 Juan 4:8,16). Por sobre todas las cosas, se nos manda: ?vístanse de amor? (Colosenses 3:14 NVV).

Sin embargo, por naturaleza, la mayoría de nosotros somos desamorados y, francamente, también a menudo difíciles de amar. Sólo cuando experimentamos el amor de Dios y le correspondemos amándole, podemos verdaderamente amar a otros sin importar el estado social, la personalidad o las creencias.

Lo que a Dios le importa es esto: ¿Estamos dispuestos a permitir que el amor de Dios transforme nuestras vidas y nuestras relaciones? Si hablamos en serio acerca de obedecer el gran mandamiento, automáticamente estamos diciendo que sí a la voluntad de Dios, y no a los vicios del mundo, de la carne y del diablo. Como cristianos, la elección es de nosotros.

La Gran Comisión

Dios también promete darnos a usted y a mí el poder del evangelio que transforma vidas: ?Toda potestad [poder, autoridad] me es dada en el cielo y en la tierra, por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado, y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo? (Mateo 28:18 20). Esa es su gran comisión para nosotros. Debido a que Él mora dentro de nosotros, tenemos el poder de proclamar su evangelio en nuestros hogares, a nuestros parientes y amigos para que ellos crean, se arrepientan y sean salvos. Los evangelios nos dicen que Cristo vino ?a buscar y a salvar lo que se había perdido? (Lucas 19:10).

Es loable y necesario analizar lo que está mal en nuestro país. Es encomiable y justo enseñar cómo vivir correctamente en este mundo confuso. Pero a menos que comuniquemos el evangelio de Jesucristo que cambia vidas y llamemos a las personas a que se conviertan, lo único que haríamos es reorganizar ...

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